La insólita excusa de un hombre que lo perdió todo en el casino
Durante una noche de primavera en Valencia, Mario G., de 42 años, ingresó a un exclusivo casino del centro con una única idea en mente: “probar suerte”. Para las 4:00 de la madrugada, no solo había perdido la noción del tiempo, sino también 50.000 euros en mesas de ruleta y blackjack.
Lo más sorprendente no fue la suma derrochada ni la rapidez con la que ocurrió, sino su justificación:
“Mi mujer comenzó a ganar más que yo… mucho más. El dinero sobraba. Sentí que podía darme ciertos lujos sin consecuencias.”
Un ascenso que desató la caída
Según contó Mario en una entrevista anónima para El Confidencial, su esposa, ejecutiva en una empresa tecnológica, había triplicado sus ingresos en menos de un año gracias a un ascenso internacional. “Pasamos de ajustar cuentas cada fin de mes a tener tres tarjetas platinum. Me sentí… irrelevante”, admite.
Ese sentimiento de inferioridad, mezclado con una sensación de abundancia, lo empujó hacia el juego. “El dinero dejó de tener valor real. No lo gané yo, así que pensé: ‘¿Qué importa si lo pierdo?’”
Lo que empezó como una curiosidad, terminó en una espiral autodestructiva. Mario perdió en una noche lo que muchos españoles tardan años en ahorrar.
“No me duele haber perdido el dinero… me duele no haber sabido cuándo parar”
Mario reconoce que no fue su primer contacto con el juego, pero sí el más destructivo. “Antes había jugado online, apostado en partidos. Pero nunca con tanto. Esa noche fue distinta: quería demostrarme que podía controlar algo, lo que fuera. Me equivoqué.”
Ahora, su matrimonio está en crisis y enfrenta problemas económicos reales. “El dinero se fue, pero lo peor fue ver la cara de mi mujer al enterarse. Fue como si le hubiese fallado más allá de la traición financiera.”
El juego, una adicción silenciosa
Casos como el de Mario no son aislados. Según datos del Ministerio de Sanidad, más del 3% de la población adulta en España presenta comportamientos de juego problemático. La facilidad de acceso, la normalización del juego en redes sociales y el crecimiento económico en algunos hogares hacen que esta adicción pase desapercibida… hasta que estalla.
¿Sientes que el juego está afectando tu vida o la de alguien cercano?
Llama al 900 200 225, el número gratuito y confidencial de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR).
Hay salida. Pero empieza por admitir que hay un problema.